Enfrenté pérdidas, resultados negativos mes tras mes, y un silencio que dolía más que cualquier diagnóstico. Me sentí menos. Me comparé. Dudé de mí.

Pero con el tiempo, comprendí algo que transformó todo: antes de gestar una vida, necesitaba gestarme a mí misma. Descubrí que había creencias profundamente instaladas que me estaban saboteando, heridas no sanadas que hablaban más fuerte que mi deseo, y una desconexión entre lo que pedía con el cuerpo y lo que mi alma necesitaba.

Fue entonces cuando inicié un proceso de reprogramación profunda, integrando herramientas de la psicología, la espiritualidad y la autohipnosis. Aprendí a mirar hacia dentro y desperté. Dejé de luchar contra mí, y empecé a abrazarme tal cual era. Desde ese lugar nació mi hijo. Y también nació una misión: acompañar a otras mujeres en su propio despertar.

Hoy, Nuaia es mucho más que un programa de fertilidad. Es un espacio de preparación emocional, psicológica y espiritual para recibir a nuestros hijos desde un lugar consciente, libre de culpa y de presión. No importa el diagnóstico, la edad o el tiempo esperando. Lo que importa es empezar por dentro.

Aquí no enseñamos a controlar el cuerpo, sino a escuchar el alma. Porque la fertilidad también se cultiva con amor propio, con palabras nuevas, con fe renovada y con una tribu que sostiene.

«Gracias a mi historia, hoy acompaño a otras a gestar desde el alma».

¿Qué significa Nuaïa?

Nuaïa es una palabra creada con intención. Suena como un susurro de agua y alma. Representa la nueva mujer, la nueva consciencia, el nuevo ciclo.

La diéresis en la “ï” honra la diferencia, la intuición, lo sagrado femenino que vibra en espiral.

Nuaïa no es solo un nombre. Es un portal de regreso a ti.